jueves, 7 de octubre de 2010

Chip genético para caballos

Investigadores de la Ohio State University han desarrollado un chip genético que contiene miles de genes de caballo. Se trata de uno de los primeros chips genéticos para animales domésticos, y se empleará para determinar qué genes se hallan activos en una determinada situación.



Alicia Bertone muestra el chip Affymetrix. Foto: Ohio State University

            (NC&T) Más en concreto, el nuevo chip almacena más de 3.200 genes expresados de caballo en un trocito de cristal del tamaño de un sello de correos. Cuando se empezó a diseñar, hace dos años, sólo se conocían 200 genes de esta especie animal.

            Con él, los investigadores podrán escanear simultáneamente varios genes individuales para comprobar cuáles se encuentran activos. Por ejemplo, las compañías farmacéuticas podrían usarlo para predecir cómo un fármaco particular afectará a un animal.

            Los chips genéticos se inventaron hace una década y han revolucionado la forma de trabajar en este campo. Ya existen chips comerciales para humanos, ratones, ratas, plantas del arroz y varios microorganismos. El chip para caballos será interesante porque algunas enfermedades humanas se estudian en relación a modelos animales.

            Según Alicia Bertone, líder del proyecto, las diferencias genéticas entre los humanos y la mayoría de animales suelen ser pequeñas (más del 90 por ciento de nuestro ADN es similar). Saber qué genes son semejantes puede ayudarnos a investigar ciertas enfermedades comunes. Los chips genéticos colaboran en poner de manifiesto estas diferencias o similitudes, aportando una información esencial antes de realizar un experimento.

            Weisong Gu colaboró con Bertone en la creación del chip. Gu creó un programa de ordenador que ayudó a descubrir y describir 3.088 genes de caballo. Añadieron éstos a los 200 que ya se conocían. Así, el chip permitirá a los investigadores ver cómo miles de genes responden frente a una enfermedad. La información se empleará clínicamente.

            Los caballos ya se utilizan para estudiar enfermedades ortopédicas, como la osteoartritis o la osteocondrosis, que inhibe el crecimiento de hueso. Se emplean asimismo para probar fármacos antes que éstos sean consumidos por humanos.

            El coste del chip genético del caballo se halla entorno a los 350-340 dólares. Incluye genes que regulan la muerte celular, el ciclo de la célula, la señalización y el desarrollo.

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